En la entrada de ayer dije de pasada que hoy era el aniversario del blog. Y mi amigo Jordi Fortuny comentó que no le había dado la importancia que merece.
Le he dado una vuelta, y creo que tiene razón. Voy a escribir aunque sea una pequeña reseña. No por el autobombo, sino porque ya hay suficientes retos y problemas a diario como para dejar pasar la oportunidad de celebrar algo.
El blog nació para ordenar mis pensamientos sobre productividad personal, pero rápidamente, junto con algunos otros, vino a llenar un hueco sobre este tema en castellano. En ese proceso, el crecimiento del blog vino con el mío y me ayudó a definir mi propósito.
Este propósito, para mí, tiene que ver con ayudar al máximo de personas a ser más efectivas para que se puedan centrarse en entregar su máximo valor. Sigo trabajando en ver cómo puedo hacer esto de la mejor forma. Mientras encuentro el ‘cómo’ me centro en, por lo menos, mantener el blog activo, que es la forma que ya conozco de llegar a los demás.
Y por eso esta celebración, porque durante los últimos 13 años, aunque sea con un post al mes, una micro acción; pensar que una sola persona se haya replanteado su forma de trabajar gracias al blog hace que quiera seguir en marcha. No sé si en adelante se materializará de alguna otra forma, quizá en un curso, mentorías, formaciones; o solo seguiré publicando, pero espero poder leernos dentro de 365 días y celebrar otro año hablando de efectividad.