Si queremos ir a una población, tendremos que saber su nombre. Si vamos a comprar un vestido, antes de pagarlo tendremos que escogerlo. Si queremos escuchar música, tendremos que decidir qué disco o emisora de radio en concreto vamos a escuchar. Y si tenemos un objetivo, tendremos que definir exactamente qué es lo que queremos conseguir.
Esto parece una obviedad, pero no siempre lo tenemos en cuenta. Hay una serie de cosas a tener en cuenta para estar seguros de que nuestro objetivo es alcanzable. No estoy hablando de si somos capaces de conseguir lo que nos proponemos; a no ser que haya alguna limitación biológica podemos conseguir todo lo que queramos, si nos esforzamos.
Hay una serie de pautas para definir con precisión nuestro objetivo, y esto es básico para saber qué buscamos, qué perseguimos, hasta dónde hemos de llegar y cómo sabremos que estamos allí.
A estas pautas se les llama de muchas formas, una de ellas es ‘objetivos SMART‘ (inteligentes), que es un acrónimo en inglés sencillo de recordar: Specific, Measurable, Attainable, Relevant, Time-bound. Depende dónde miréis pueden cambiar las palabras, así que aprende el acrónimo como quieras, pero sobretodo quédate con la idea.
Specific (Específico)
Esto es primordial, y acostumbra a ser el primer fallo de nuestros objetivos. Un objetivo vago lleva a un resultado vago. ¿Qué quieres hacer, qué quieres conseguir? Tu inconsciente ha de saber qué es lo que persigues, para dar pasos hacia el objetivo y no en sentido contrario. Defínelo específicamente, de forma que cualquiera te pueda entender cuando se lo expliques.
La definición del objetivo ha de ser positiva, no negativa: tu objetivo no debe ser ‘no quiero ahogarme al hacer ejercicio’, sino su contrapartida positiva ‘quiero poder subir las escaleras de casa en un minuto sin ahogarme’.
Measurable (Medible)
Tu objetivo ha de ser algo concreto, bien definido, que se pueda comprobar. Por ejemplo, ‘ser rico’ no es nada específico, sí lo es ‘ganar 10.000 € al mes’ o ‘comprar un coche deportivo’. De la misma forma, tu objetivo no puede ser ‘ser más feliz’ porque no puedes calcularlo; tendrás que perseguir algo que te haga feliz (como pasar más tiempo con tu familia o delegar más tareas en el trabajo, para liberarte del estrés).
Attainable (Alcanzable)
Un objetivo puede ser alcanzable o no por varias razones. Puedes conseguir todo lo que desees, siempre que seas creativo, dediques esfuerzo y dependa de ti. Pero hay que estar seguro de que todo esto se cumpla.
A veces deseamos cosas que realmente no sólo dependen de nosotros. Hacer una barbacoa mañana puede ser cosa nuestra, pero hacer una barbacoa bajo el sol no lo es: ¿en qué porcentaje dependemos del tiempo atmosférico para conseguirlo? Podemos pedir a una persona una cita, pero que acabemos saliendo con ella depende de nosotros solo en un 50%.
De la misma forma, podemos perseguir un objetivo enorme (ser la persona con más dinero del mundo), pero hemos de ser conscientes del esfuerzo que eso representará.
Tanto para un caso como para el otro, esto no ha de ser un impedimento, sino que ha de servir para hacernos valorar si queremos o no asumir el riesgo, si vale la pena jugárnosla a algo que sólo depende en un 20% de nosotros o es mejor revisar si nuestros deseos se pueden conseguir de alguna otra forma.
Relevant (Relevante)
¿Es este objetivo para nosotros? Hay que preguntarse si esto es algo que nosotros queremos, o nos han convencido de que es lo que queremos. Hay que valorar si lo que vamos a conseguir nos compensa lo que vamos a perder porque, es importante que lo sepas, cuando haces un cambio ganas algo pero también pierdes algo.
Si tu deseo es ganar más dinero del que ganas actualmente has de poner en una balanza lo que vas a ganar (la casa que deseas, un coche caro…) con lo que vas a perder (tranquilidad, tiempo para ti y para los tuyos…).
El objetivo ha de hacer que te sientas bien cuando pienses en él. Si te lo dices a ti mismo en voz alta y sientes algo dentro tuyo que no marcha bien, revísalo de nuevo. Lo que ganes y lo que pierdas ha de ser bueno y aceptable para ti, igual que para la gente de tu entorno. El objetivo además ha de ir contigo: vas a dedicarle esfuerzo, así que más te vale que te acerque a tu filosofía de vida, a tus objetivos vitales, a tus deseos trascendentales o como cada uno quiera llamar a esos pilares sobre los que se sustenta lo que hacemos cada día.
Time-bound (Correcto en el tiempo)
Por último, hay que asegurarse de que sea correcto en el tiempo. Claro que puedes aprender un idioma nuevo, pero si quieres hacerlo en 2 días quizá, conociendo tus cualidades para esta tarea, sea poco tiempo. Planifícate y date el tiempo necesario para realizar tu objetivo, pero márcate siempre una fecha: un objetivo sin fecha no te motiva a realizarlo.
Si ves que el tiempo que te has marcado es poco, puede que sea porque has de decidir algunos objetivos más pequeños. Conseguir un trabajo de chófer en seis meses puede parecerte una odisea si no tienes permiso de circulación; es un buen momento para marcarte el sub-objetivo de conseguir en tres meses ese permiso.
Fotografía: Colorful lights por kevindooley