Hace unas semanas decidí dedicar una parte diaria de mi tiempo a la lectura. Tengo varios libros pendientes de leer, tanto de ficción como material para mis hobbies, trabajo, etc., y pensé que reservarme un rato cada día me ayudaría en todas esas áreas.
Por otro, tengo poca memoria, y difícilmente puedo recordar los detalles de un libro o una película. Pensé que era una lástima leer un libro útil para que su recuerdo se perdiera sin sacarle provecho, ‘como lágrimas en la lluvia’ 🙂 Empecé entonces un diario de lectura.
Un diario de lectura consiste en un registro de cada libro que se lee. Se necesita algún sitio donde guardar el diario, puede ser un bloc de notas o en formato electrónico.
Cada ficha del libro contiene:
- La ficha bibliográfica: título, autor, ISBN, editorial y año; así la tenemos por si queremos usar alguna cita o prestamos el libro y no vuelve a nosotros. Yo también anoto cuando empecé y acabé de leerlo, me ayuda a hacer una estimación de el tiempo que les dedico y a recordar cuanto tiempo hace que lo leí.
- Resumen del libro: aquí se puede sintetizar o expandirse tanto como uno quiera, y se puede usar un gráfico, un resumen textual con párrafos, un mapa mental, o lo que nos vaya mejor para resumir.
En mi caso tengo miedo a olvidarme de todo, y apunto cualquier cosa útil (sobretodo en ensayos). Para que sea cómodo, uso un mapa mental en formato electrónico, así de un vistazo tengo los temas más importantes más a mano, y puedo meterme en tanto detalle como quiera porque después no me molesta para releerlo (tengo opción de entrar o no en las ramas más pequeñas del mapa mental). También me ayuda a relacionar ideas que en el libro estén dispersas. - Opinión sobre el libro: unas 200 palabras con nuestra respuesta personal al libro. ¿Qué nos ha parecido? ¿Qué intenta decirnos el autor? ¿Por qué es importante, por qué no?
- Citas: anota las frases interesantes que encuentres, todo aquello que capture un punto esencial del texto. Anota también la página en la que se encontraban. Más adelante te puede servir para complementar o reafirmar otros textos.
Estos son los datos que encuentro mínimos en un libro, y sirven para cualquier tipo de obra. A partir de aquí, hay otras preguntas que nos podemos hacer si queremos analizar más lo que hemos leído, si queremos desafiar el texto.
El método que sigo es apuntar todo lo que quiero poner en el resumen papel a medida que voy leyendo, y después lo vuelco en el mapa mental que hago en el ordenador. Me lleva más tiempo, pero así puedo leer sin tener que estar cerca del ordenador. También de esta forma, al usar lápiz y papel, me ayuda a ‘estudiarlos’, a recordar conceptos.
Fotografía: Paulo Coelho’readers por pedrosimoes7