Acaba de llegar 2017 y no he escrito mi artículo de resumen del pasado año. No ha sido un despiste, no ha sido falta de tiempo ni un ataque de procrastinación.
La verdad es que desde el primer momento no he pensado que fuera oportuno. No es que no tenga nada sobre lo que reflexionar, al contrario:
- He conseguido una certificación en Amazon Web Services solo por el reto de aprender algo nuevo, y apasionarme la materia.
- He descubierto mi propósito de vida. Esto va a traer cola en el blog, así que no adelanto nada más.
- Tengo la sensación de abrir demasiado mi foco de atención, y el blog lo acusa en la frecuencia de publicación.
- Por otro lado, por fin parece que un proyecto de colaboración en el blog va a dar sus primeros frutos. No habrá que esperar muchos días para verlo.
- He colaborado con Jeroen y Jordi para organizar dos nuevos eventos de Café y Productividad.
También es cierto que no suelo compartir estas reflexiones en público. Además, al hablar de objetivos y logros con los pocos artículos que he publicado durante el año siento que dispara el ratio de egocentrismo por contenido.
No, la razón por la que no hago post de resumen es la misma por la que no hago propósitos de Año Nuevo, la misma por la que no preparo una lista de ‘tareas más importantes’: porque tengo una serie de hábitos productivos que realizo consistentemente durante todo el año.
Por supuesto, tengo mi momento de revisión anual, pero no coincide con las fechas navideñas. Hago mi balance en verano porque se da una combinación perfecta. Marca un final y principio de año ideal para mí: mi cumpleaños es a final de verano (así que es literalmente un bloque de un año), coincide con el curso escolar y es un ciclo que a nivel laboral también sirve, pues la pausa de verano en las empresas se acusa más que la navideña. Y coincide con vacaciones, lo que me deja tiempo no sólo para hacer una valoración sino también desarrollar un poco los niveles más altos de perspectiva.
En cualquier caso, lo más importante es hacer cualquier tipo de revisión con la frecuencia que corresponda. Incluso puede hacerse coincidiendo con el cambio de año.
Feliz y efectivo 2017.
Fotografía: Brigitte Tohm