Nos encantaría mantener el máximo de productividad durante todo el día, pero lo cierto es que nos levantamos con la energía ‘a tope’, y a medida que pasan las horas va bajando nuestra capacidad.
Aunque hay pequeños trucos para recuperar la energía si nos hace falta, hemos de ser conscientes de nuestro estado, y adaptar nuestras acciones a la capacidad de cada momento. Prueba con estos consejos:
- Mide tu energía: obsérvate a ti mismo a lo largo del día y de la semana. Detecta a partir de qué hora notas un cambio importante en tu energía. Sé consciente de cómo te sientes en los distintos días de la semana.
- Sitúa tus actividades: analiza la información que has capturado y detecta patrones. Si los martes te levantas cansado, quizá sea porque los lunes vuelves tarde a casa de salir con los compañeros de trabajo. Valora entonces si las actividades que haces (salir) compensan la repercusión que tienen (por ejemplo, rendimiento en el trabajo del martes).
- Haz una siesta reparadora: una siesta de 15 minutos puede ser suficiente para que afrontes la tarde con tu mente más fresca y lista para hacer tareas que de otra forma no te verías capaz.
- Un trabajo para cada momento: si conoces tus patrones de energía y concentración, asigna tareas concretas a momentos precisos. Haz tus tareas más importantes por la mañana, deja la lectura de blogs para media tarde. Clasifica tus tareas en listas distintas, en función de la energía que requieren (una lista para tareas que requieren poca energía, otra para media y otra para alta).
Fotografía: Dancing, de Jeremy ???