Hemos visto que la lista de proyectos ‘Algún día/tal vez’ es una herramienta útil, pero mal usada nos puede ayudar a procrastinar. Existe otro peligro con esta lista: que lo que entre en ella no salga.
La lista no decide por nosotros
Hemos de cuidar lo que pongamos en esta lista. No es suficiente con apuntar aquí los proyectos. Como su nombre indica, queremos hacerlos ‘algún día’. Pero esos proyectos no van a decidir un buen día saltar de la lista ‘Algún día/tal vez’ y pasar a la lista de proyectos activos. Ese paso tenemos que darlo nosotros.
Dentro de la revisión semanal hemos de repasar la lista ‘Algún día/tal vez’ en busca de proyectos que ya estemos en condiciones de realizar, y empezar a trabajar sobre ellos. Nosotros hemos de decidir cuándo activar un proyecto, o por el contrario eliminarlo si ya no lo queremos.
Cuando nunca llega el momento
Imagina que quieres hacer una reforma en casa. Has pensado en los cambios que vas a hacer y has calculado lo que te costaría hacerlos. Pones la reforma en la lista de ‘Algún día/tal vez’ a la espera de tener el dinero que necesitas.
Va pasando el tiempo y esa reforma sigue pendiente porque aún no tienes el dinero necesario. ¿Cuanto tiempo dejarás ahí ese proyecto? A veces parece que los proyectos no quieren salir, y hemos de ser nosotros los que les echemos una mano.
En el caso de la reforma, si vemos que la situación no mejora deberemos buscar cómo provocar un cambio. ¿Debemos replantearnos la reforma? Podemos dar otro enfoque a las obras, usar otros materiales, sustituir recursos con creatividad… ¿O quizá es mejor marcarnos un objetivo de ahorro y marcarnos una fecha límite? Cualquier opción puede ser buena siempre que demos un paso adelante.
Fotografía: basada en Spiral hallway por Irargerich