Siempre nos referimos al archivo de referencia en papel como unas carpetas llenas de papeles dentro de un cajón, pero nuestro material de referencia, y por extensión nuestro archivo, es algo más grande.
Veamos, la función del material de referencia es guardar información que en un momento dado podamos mantener, ¿no? Ahora gírate hacia las estanterías de tu habitación y dime qué ves en ellas. ¿Qué son esos libros? Algunos serán novelas que leas por ocio, pero hay otro tipo de libros: libros técnicos, de recetas de cocina, de ejercicios físicos, de arquitectura, de dietas, de rutas a pie, guías de ciudades o países, mapas, libros de partituras musicales…
Si entendemos que las estanterías de casa son una extensión del archivo de referencia nos resultará mucho más sencillo mantenerlo en condiciones. Esto quiere decir aplicar en las estanterías las mismas reglas que aplicamos a las carpetas con papeles.
Por ejemplo, sabemos que nuestras áreas de interés van cambiando, o tenemos más actividad en unas que en otras a lo largo del tiempo. ¿Es necesario que tengamos entonces todos los libros de todas las temáticas a mano? Si tenemos suficiente espacio y podemos tener más a mano los que vamos a necesitar con más frecuencia, entonces perfecto. Pero el espacio es algo cada vez más difícil de mantener.
Una cosa que deberías hacer, por tanto, es revisar con cierta frecuencia, quizá cada seis meses, lo que tienes en la estantería y ver como de necesarios son esos libros actualmente en tu actividad. Saca de ahí todos los que no te sean útiles ahora mismo, incluidos los que están más relacionados con tus proyectos de Algún día / tal vez.
De los libros que has sacado, guarda en el trastero los que no vayas a ver en un tiempo, y elimina los que no quieras. Muchas veces por romanticismo no somos capaces de tirar algunos libros, en ese caso además de guardarlos tienes otras opciones, como ponerlos en cuarentena antes de deshacerte de ellos, o donarlos a alguna biblioteca o asociación.
Respecto a acceder a ellos, puedes hacerte un catálogo con los libros que tienes, pero eso es algo tedioso y quizá no te aporte mucho. Otra opción es organizar tu biblioteca con algún servicio como Google Books, que te permitirá buscar dentro de los libros que tienes y ahorrarte tiempo a la hora de consultarlos.
Fotografía: Reading in the round por Let Ideas Compete