¿Eres de los que trabaja mejor bajo presión? Si no lo eres, habrás oído a alguien que lo dice, muy convencido. En realidad, tiene razón, y tiene su explicación: cuando llega la fecha límite para entregar un trabajo y no tenemos el trabajo hecho, trabajamos tan concentrados (qué remedio) que no hay distracción suficientemente importante para sacarnos del asunto que nos quema en las manos. Es decir, la presión nos obliga a trabajar enfocados.
¿Hay otra forma de hacer las cosas? ¿Podemos mantener esa motivación para hacer las cosas sin el estrés extra? Sí, haciendo las cosas en otro orden. Para trabajar sin estrés, empieza a dar los primeros pasos con suficiente tiempo; y para mantener el enfoque, busca una forma efectiva de evitar las distracciones.
Dar los primeros pasos con tiempo quiere decir tomar decisiones por adelantado. Cuando procesamos la bandeja de entrada estamos dedicados por entero a eso, a tomar decisiones.
Pongamos por caso ese proyecto con fecha. En algún momento temprano habrá sucedido algo (una llamada, un e-mail, una idea) que ha iniciado el proceso: de repente es responsabilidad nuestra hacer una entrega en una fecha determinada. Eso quiere decir que en algún momento hemos tenido la oportunidad de capturar el e-mail o una nota sobre la llamada. Pues bien, es por eso que lo siguiente que hacemos es procesar esa nota o e-mail. Claro que podemos obviar esa «alerta», ese asunto, pero no tiene sentido: si la hemos capturado quiere decir que nos ha llamado la atención, y por tanto pasa a ser un asunto en nuestro foco de atención.
Si ignoramos esa nota y esperamos a que nos exploten las cosas, por otro lado, nos podemos encontrar con que el correr no sea suficiente, con que necesitemos recursos o acciones que requieran más tiempo que el que le podemos destinar. Eso hará que acabemos haciendo parches, el trabajo a medias o muy justo, y no podamos dar calidad al resultado final, todo por llegar a la fecha de entrega.
Las cosas funcionarán mucho mejor con un sistema de productividad como GTD. Desde el momento en el que la idea del proyecto despierta en nosotros, tomamos el control de ella. Aún si no hemos de hacer nada al respecto durante un tiempo, nunca se pierde, pues la revisamos con frecuencia. Podemos marcar pasos intermedios, sin necesidad de estrés, y trabajando tan bien como si estuviéramos en una fecha de entrega porque siempre que trabajemos lo vamos a poder hacer al 100%, sin distracciones, independientemente del tipo de trabajo o las circunstancias de tiempo.
Fotografía: 235/365 Hair pulling stress de stuartpilbrow.