En ocasiones habremos oído hablar del Principio de Pareto, quizá no por su nombre pero sí por su enunciado. Aplicado a la productividad personal, vendría a decir que el 20% de nuestras tareas son para solucionar el 80% de nuestro trabajo pendiente, mientras que el otro 80% sólo nos resuelve el 20% del trabajo. Los porcentajes seguramente no son exactos, pero nos dan una idea de que no todas las tareas tienen el mismo peso.
¿Cómo podemos sacar provecho a esto? Con la lista de Tareas Más Importantes. Se trata de que el día antes nos dejemos preparada una lista de las tareas que vamos a hacer al día siguiente, pongamos por caso, 5 tareas. Estas tareas las pondremos en el orden que las vamos a realizar. Pondremos primero las tres primeras tareas más importantes, que resuelvan un 80% del trabajo que tengamos que hacer.
Hecho esto, llegaremos al trabajo al día siguiente y empezaremos a hacer las tareas por orden; a primera hora somos más productivos, nos será más fácil acabar la primera tarea de la lista por costosa que sea.
En las primeras horas, o aunque no pudiéramos acabar todas las tareas de la lista, nos aseguramos que, al haber empezado por el 20% más importante del trabajo, cada día nos podremos quitar de encima al menos un 80% de lo deseado. Esto nos permitirá avanzar más que realizando las mismas tareas en otro orden, u organizándolas sólo con los criterios de siempre.