GTD

Llevando a cabo GTD


En el blog de Getting Things Done, Jeroen Sangers nos da unos consejos para empezar con GTD bien los unos, y no apartarnos del buen camino los otros. Como no lo he visto traducido en su blog, mi intención era hacer un resumen, pero prácticamente es una traducción completa.

GTD es un sistema que no es sencillo de implementar porque requiere adoptar nuevos hábitos. A continuación describo nueve trucos que me han ayudado a llevar a cabo GTD:

  1. Compra el libro: la mayor parte de la información en Internet es acerca de herramientas para GTD, no sobre la metodología. El libro es la mejor fuente de información.
  2. Relee el libro a menudo: hay tanta información que probablemente lo irás adoptando por fases, también en función de tu experiencia. En cada lectura descubrirás algo nuevo.
  3. Descárgalo todo de tu cabeza: aunque es una de las premisas de GTD, no siempre se hace literalmente. Aplícalo a tu hogar, tus aficiones… Incluso a cosas menos tangibles, como sentimientos y relaciones.
  4. Empieza por abajo: si pruebas GTD es porque estás abrumado por tu trabajo. Antes de marcarte objetivos, haz limpieza de tus cosas y organízalas.
  5. …pero no te quedes ahí: si después de organizarte sigues teniendo problemas de productividad, asegúrate de que tus acciones tienen que ver con tus objetivos a corto y largo plazo. La revisión semanal es un buen momento para purgar todos aquellos proyectos que no te acercan a tus objetivos.
  6. Olvida las herramientas: al empezar con GTD no pierdas el tiempo y la oportunidad buscando la herramienta tecnológica perfecta. Te aconsejo que empieces con listas en papel durante unos seis meses.
  7. Optimiza: identifica tus tareas repetitivas y automatízalas. Por ejemplo, si trabajas mucho con el ordenador, aprende a teclear más rápido y memoriza los atajos de teclado de las aplicaciones que más usas. Modifica tu espacio de trabajo para usarlo con más velocidad.
  8. Trabaja tus listas: no te limites a las listas de acciones y proyectos, crea listas para todo aquello que necesites recordar, como la de deseos, qué llevar en un viaje, una lista de la compra… Las listas son tus amigas.
  9. Obtén ayuda externa: cambiar de hábitos es difícil, por eso puede ayudar la presión externa. Empieza a aplicarlo a la vez que otra gente conocida, sobretodo compañeros de trabajo porque serán muy críticos con el área de la productividad.

Actualización: Jeroen ha publicado la versión en castellano del artículo en su blog.

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